MENSAJE DE WE ARE WATER
Esta noche navegában el WE ARE WATER dentro de la tormenta en el Mar de Tasmania con vientos fuertes. Navegaban, con olas de más de 10 metros. Estában los dos en el interior del barco, sujetándonse cómo podían. Tras un brusco acelerón el barco ha chocado contra una pared de agua y seguidamente una ola lo ha levantado por la popa y han volcado unos segundos. Los dos han salido proyectados por el aire con todos los objetos de la cabina. Al mismo tiempo un torrente de agua ha reventado la protección de plástico con la que aislamos la cabina del exterior y ha inundado el interior del barco. Los sistemas electrónicos se han colapsado, todas nuestras pertenencias flotaban a sotavento en una piscina de agua. Tras comprobar que no se habían roto nada, se lanzaron al exterior para tratar de controlar el barco.
EL SUSTO DE MAPFRE
Esta noche navegában el WE ARE WATER dentro de la tormenta en el Mar de Tasmania con vientos fuertes. Navegaban, con olas de más de 10 metros. Estában los dos en el interior del barco, sujetándonse cómo podían. Tras un brusco acelerón el barco ha chocado contra una pared de agua y seguidamente una ola lo ha levantado por la popa y han volcado unos segundos. Los dos han salido proyectados por el aire con todos los objetos de la cabina. Al mismo tiempo un torrente de agua ha reventado la protección de plástico con la que aislamos la cabina del exterior y ha inundado el interior del barco. Los sistemas electrónicos se han colapsado, todas nuestras pertenencias flotaban a sotavento en una piscina de agua. Tras comprobar que no se habían roto nada, se lanzaron al exterior para tratar de controlar el barco.
EL SUSTO DE MAPFRE
Con 13,8 nudos de velocidad media, el MAPFRE no ha podido mantener el ritmo del Virbac-Paprec 3 durante la noche y se ha distanciado 21 millas más de su popa, hasta las 88 millas. El líder, que ha promediado 16,3 nudos, se ha llevado un buen susto esta noche, cuando Jean-Pierre Dick ha visto a una quincena de mamíferos marinos, mucho más grandes que delfines, emerger por su proa y sumergirse luego en dirección a la quilla. El patrón francés ha cerrado los ojos y se ha agarrado al barco esperando lo peor, mientras navegaba lanzado a más de 20 nudos surfeando una ola, pero afortunadamente nada ha ocurrido.
CENTRAL LECHERA ASTURIANA NO QUIERE DEJAR ESAPAR SU SUEÑO
“Es un sueño de muchos años y no queremos que se nos escape”. Fran Palacio asentía al lado de Juan Merediz mientras éste intentaba explicar el estado de ánimo de los dos patrones del Central Lechera Asturiana cuando apenas habían transcurrido 12 horas desde la pérdida del mástil.
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